Autoconsumo: Energías Renovables

El autoconsumo energético consiste en la generación y el consumo propio de la energía que produces. Para calificarlo como autoconsumo renovable, los recursos a utilizar deberán ser renovables; con ello, podemos utilizar un amplio rango de recursos, los cuales estarán disponibles en mayor o menor medida en función de dónde se ubique el punto de generación.

En función de la ubicación y de la riqueza en recursos renovables de los que disponga una instalación, esta podrá recurrir a energía solar, eólica, hidráulica, de la biomasa, geotérmica, etc.

A continuación, se incluyen un breve resumen de los apartados que consideramos más importantes.

1.Instalaciones renovables para autoconsumo.

Con el constante incremento del precio de la electricidad, y la bajada de coste que presentan las instalaciones de energía renovable actualmente, se puede decir que, dependiendo de la abundancia del recurso renovable a utilizar, son cada vez más fáciles de rentabilizar.

En los sectores residencial y/o servicios, como tipología más común de instalación renovable tenemos las que utilizan la energía solar tanto desde el punto de vista térmico como eléctrico. En ambos casos, la autogeneración de energía permite un ahorro sustancial del coste del abastecimiento energético, así como la reducción de la dependencia de las compañías distribuidoras/comercializadoras, amortiguando las más que habituales subidas del precio de los suministros.

Este modelo de consumo propio basado en la generación de electricidad con sistemas de pequeña potencia, supone un reto y a la vez, una revolución energética, así como una obligación cada vez más real debido a los endurecimientos y/o aumento de las exigencias requeridas a nivel normativo.

Afortunadamente, a día de hoy, debido a la madurez tecnológica, a la estandarización y a la existencia de un entramado empresarial cada vez más amplio, la implantación de sistemas de generación renovable para autoconsumo está al alcance de cualquier tipo de asociación, comunidad de propietarios, empresa o particular. En función de los recursos de los que dispongas, si decides instalar ya sea una instalación geotérmica, placas solares para aprovechamiento térmico o placas solares fotovoltaicas para satisfacer tus necesidades de consumo energético te estarás asegurando un importante ahorro económico con la consecuente disminución de emisiones contaminantes vinculadas a la generación de esa energía con métodos tradicionales basados en combustibles fósiles.

 2.Tipos de autoconsumo.

    a. El almacenamiento; autoconsumo con baterías.

Las instalaciones con almacenamiento, ya sean aisladas o conectadas a red, suelen considerarse recomendables para lugares donde el consumo principal se realiza durante horas en las que no hay producción y, de obligada necesidad, en las ubicaciones sin infraestructuras de conexión a red. Con un sistema de acumulación, por ejemplo, para el caso de la solar fotovoltaica, podrás utilizar tu energía solar durante las horas nocturnas ya que la que no has utilizado durante el día se acumula en el sistema de almacenamiento conformado por baterías. De ese modo puedes acudir a ella cuando la radiación solar es inexistente o no es suficiente para cubrir el consumo eléctrico demandado.

Al enviar el excedente de la energía a las baterías, no será necesario que modifiques tus hábitos de consumo en demasía para el aprovechamiento al máximo de esta energía renovable. En este caso, puedes maximizar el uso de tu instalación con lo que disminuyes el consumo eléctrico que tu distribuidora te facturará y con ello, obtendrás beneficios tales como ahorro energético, ahorro económico y una mayor independencia con respecto a la empresa distribuidora o comercializadora; en cualquier caso, y aunque este tipo de autoconsumo con baterías suponga una mayor inversión inicial, a valorar en función de los diferentes condicionantes (ubicación, recurso, espacio disponible, etc.), los beneficios serán muy superiores con respecto al que puedes obtener con instalaciones sin sistemas de almacenamiento o acumulación.

Se deberá tener presente que la instalación siempre va a priorizar el consumo propio, por lo que solo comprarás electricidad cuando no haya suficiente producción y las baterías del sistema estén descargadas. En caso de caída del servicio o de vivir en una zona con un suministro inestable de electricidad, un sistema como este, te permitirá disponer siempre de energía al igual que se considera una opción igualmente válida para aquellos lugares donde un corte de suministro se pueda considerar crítico.

    b. Autoconsumo instantáneo.

Para el caso del autoconsumo eléctrico y no del térmico, debido a que la planificación (análisis del recurso a utilizar) es más sencilla, las pequeñas y medianas instalaciones de este tipo, suelen corresponder a instalaciones de energía solar fotovoltaica vinculadas a viviendas, industrias, actividades, etc., con parte de su consumo en horario diurno. En función de la ubicación y de los criterios técnicos exigibles, suelen ser inversiones cada vez más fácilmente amortizables generando un considerable ahorro frente al consumo directo de la red, aunque para este tipo de instalaciones, estarás conectado a la red disponiendo de suministro cuando la instalación no produzca suficiente energía para satisfacer el consumo demandado.

En estos casos, toda la energía que no consumas se verterá a la red. Si se produce este vertido a red, y en función de la normativa aplicable (en los últimos años en España este tema ha sido muy controvertido), la compañía distribuidora podrá tener que compensar por la energía suministrada. Esta “compensación” podrá ser total o parcial con una retribución económica o con una compensación para los momentos en los que la demanda se cubre con el consumo suministrado por la red.

 

3.     ¿Cuáles son los beneficios de contar con una instalación generadora de energía renovable para consumo propio?

Eliminando obstáculos de índole legal, como el popularmente conocido “impuesto al sol”, y otros condicionantes de carácter técnico-económicos (basados en una madurez de la tecnología y de su mercado), contar con una instalación generadora de energía a través de fuentes renovables para el consumo puede llegar a ser mucho más rentable y beneficiosa de lo que pensamos. Como principales ventajas, enumeramos:

  1. Mayor respeto medioambiental: durante su vida útil, estarás produciendo energía a partir de fuentes de recursos renovables.
  2. Ahorro de energía: para una instalación de autoconsumo, toda energía que se produzca y se consuma de la propia instalación, será energía no consumida de la red.
  3. Versatilidad: debido a la existencia de diferentes tecnologías de aprovechamientos, en emplazamientos aislados, siempre podrás valorar qué recursos renovables podrían favorecer el autoconsumo incluso con ausencia de red.
  4. Amortización y rentabilidad: en caso de encontrarnos con un recurso suficientemente abundante y con una tecnología lo suficientemente madura como para ofrecer precios competitivos para invertir en una instalación de producción de energía, el proyecto será fácilmente amortizable y altamente rentable para el usuario y autoproductor, más aún si se tiene en cuenta la inestabilidad y el significativo y continuo aumento de los precios de energía.
  5. Instalación rápida y fiable: teniendo en cuenta que estamos hablando de tecnologías ya instauradas desde hace décadas y que, para instalaciones de autoconsumo, acostumbramos a referirnos a proyectos de escala media y/o pequeña, existen multitud de fabricantes que ofrecen soluciones, sistemas y/o materiales garantizados como por ejemplo paneles fotovoltaicos (25 años); igualmente vinculadas a este mercado existen numerosas empresas especializadas dentro del sector.
  6. Apoyo institucional: mediante la existencia de normativas cada vez más estrictas en materia de eficiencia energética, así como con el apoyo con líneas de financiación y/o subvenciones para incentivar el desarrollo de este tipo de instalaciones.

4.     ¿Qué normativa es aplicable?

Dependiendo del sector de la actividad, del tipo de recinto y/o inmueble, regirá la normativa específica para cada caso, así como normativa de carácter autonómico y/o local que podrá ser más restrictiva y/o incentivadora.

Igualmente, dependiendo de instalación (por ejemplo, térmica o eléctrica) y su dimensionado (por ejemplo, alta o baja tensión), será de aplicación normativa específica, así como las pertinentes instrucciones técnicas.

A continuación, se incluye un resumen de la principal normativa aplicable a nivel estatal como autonómico:

  • Real Decreto 1663/2000, de 29 de septiembre, sobre conexión de instalaciones fotovoltaicas a la red de baja tensión.
  • Real Decreto 1955/2000, de 1 de diciembre, por el que se regulan las actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de energía eléctrica.
  • Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión.
  • Real Decreto 314/2006 de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación. (BOE 28-marzo-2006).
  • Real Decreto 1699/2011, de 18 de noviembre, por el que se regula la conexión a red de instalaciones de producción de energía eléctrica de pequeña potencia.
  • Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico.
  • Real Decreto 337/2014, de 9 de mayo, por el que se aprueban el Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de seguridad en instalaciones eléctricas de alta tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias ITC-RAT 01 a 23.
  • Real Decreto 413/2014, de 6 de junio, por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos.
  • Real Decreto 1053/2014, de 12 de diciembre, por el que se aprueba una nueva Instrucción Técnica Complementaria (ITC) BT 52 «Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos», del Reglamento electrotécnico para baja tensión, aprobado por Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, y se modifican otras instrucciones técnicas complementarias del mismo.
  • INSTRUCCIÓN 3/2018, de 30 de abril, de la Dirección General de Energía y Minas, sobre la tramitación administrativa de las instalaciones de autoconsumo, así como los requisitos técnicos mínimos aplicables a estas instalaciones.
  • Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores.
  • Real Decreto 244/2019, de 5 de abril, por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica.
  • Real Decreto 732/2019, de 20 de diciembre, por el que se modifica el Código Técnico de la Edificación, aprobado por el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo.
  • INSTRUCCIÓN 2/2021, de 4 de marzo, de la Dirección General de Planificación Energética y Recursos Naturales, sobre la tramitación administrativa y los requisitos técnicos aplicables a las instalaciones de generación asociadas a las modalidades de autoconsumo.
  • Real Decreto 178/2021, de 23 de marzo, por el que se modifica el Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios.

5.     ¿Qué criterios son básicos a la hora de plantear el diseño de una instalación?

Uno de los problemas que nos encontramos a la hora de diseñar una instalación de autoconsumo es que la instalación, generadora de energía a partir de un recuso renovable propio de la zona en la que se ubique, deberá diseñarse para suministrar debidamente la energía a consumir por la infraestructura consumidora (industria, vivienda, edificio, etc.).

En una primera fase de análisis, la más importante para garantizar la viabilidad y éxito de una instalación, deberían estudiarse los siguientes puntos:

  • Recurso a utilizar y su disponibilidad.
  • Características de las superficies para instalar la planta generadora.
  • Demandas y necesidades energéticas.

En base al estudio de todos los datos recabados, en caso de encontrar solución viable, se definirá la instalación. Cuanto mayor sea el grado de detalle de definición, más fiables serán los diseños y los cálculos de la instalación que repercutirán, una vez ejecutada, en cumplir con éxito los objetivos de autoconsumo proyectados.