Consumos Energéticos: Control y Monitorización

Entre las preocupaciones habituales ya sea en tu compañía u hogar probablemente esté la cuestión de cómo afrontar el gasto energético, puesto que este puede llegar a ser elevado, más aún para localizaciones y/o actividades específicas e incluso en estaciones concretas en las que la demanda de luz artificial y energía térmica puede resultar bastante mayor que la media de la demanda energética anual. Como usuario, debes tenerlo muy en cuenta, tratando de optimizar los recursos y reduciendo así al máximo el consumo de los mismos. Por todo ello, actualmente, los sistemas de control y monitorización del consumo energético se vuelven fundamentales, ya que es una de las mejores soluciones para reducir y optimizar gastos.

Primeramente, consideramos importante puntualizar de forma breve qué consideramos como consumo energético ya que no se puede aplicar sólo al apartado de la electricidad; el consumo energético es el la utilización de recursos en energía para obtener un rendimiento o para llevar a cabo un proceso. Los principales consumos energéticos tanto en hogares, industrias, transportes y movilidad, etc. se centran en la electricidad y la energía térmica a partir de diferentes tipos de combustibles. Dependiendo del origen de los recursos utilizados para la obtención de dicha energía se podrá valorar su mayor grado de sostenibilidad, emisiones contaminantes, etc.

1. ¿Cómo puedes ahorrar en energía?

Para ahorrar energía, la eficiencia energética es la respuesta clave a esta pregunta. Gracias a este concepto, tu movilidad, tu oficina o tu domicilio optimizarán los recursos energéticos disponibles reduciendo los consumos de los mismos. Traducido en términos económicos, la optimización de recursos energéticos tales como luz, energía térmica y/o eléctrica supondrá un ahorro de los costes variables que a nivel particular puede suponer una ventaja económica pero que a nivel empresarial también puede suponer una ventaja competitiva frente a la competencia. El análisis de consumo de los recursos utilizados, hacen posible identificar actuaciones e iniciativas de gestión energética que permiten obtener ahorros inmediatos con una inversión muy reducida. Por ello, consideramos que una primera fase para ahorrar energía es conocer cómo y cuánto se gasta mediante la monitorización; posteriormente, con un control de dicha monitorización, se podrá valorar la eficacia de las medidas y/o inversiones ejecutadas.

2. ¿En qué consiste la monitorización de los consumos energéticos?

Sin lugar a duda, se trata una opción rápida, económica y muy eficaz para conocer y posteriormente optimizar y reducir el consumo de tus instalaciones. Si partimos de una ausencia total de control sobre el uso de los recursos energéticos, puede resultar sencillo alcanzar ahorros en torno a 10% superando ampliamente esa cifra, pudiendo llegar a alcanzar valores del 40%, en el caso de hacer cambios en las pautas e inversiones vinculadas a la eficiencia energética de las instalaciones.

3 ¿Para qué sirve la monitorización de los consumos eléctricos?

Al monitorizar el uso de la energía eléctrica, puedes obtener una gran cantidad de datos acerca de los consumos parciales de las cargas en los procesos no productivos, y también en los distintos horarios de producción. Por ejemplo, te puede servir para lo siguiente:

  • Verificación/corrección de tarifa contratada
  • Verificación/corrección de potencia contratada.
  • Reducción de pérdidas en vacío.
  • Regulación de encendidos/apagados.
  • Disminución (eliminación) de consumos nocturnos y en días no laborables.
  • Ajuste del consumo al proceso productivo.
  • Ajuste de los consumos máximos en picos de producción.
  • Corrección de los hábitos de consumo.
  • Verificación real ante posibles inversiones de mejora en términos de eficiencia energética.

4. Ventajas de los sistemas de monitorización

    4.1 Impacto ambiental

La preocupación por el impacto ambiental y la sostenibilidad ha pasado de ser un tema que interesaba a unos pocos para, actualmente, ser una obligatoriedad de todos ya sea como ciudadanos, como trabajadores o como empresas. Es necesario adecuar nuestros comportamientos a todos los niveles para tener el menor impacto posible sobre nuestro entorno. Por todo ello, el control mediante la monitorización de los recursos energéticos, ya sea de una compañía, edificio o de un hogar de forma individualizada, la medida de los ahorros generados, permite cuantificar el ahorro de energía la reducción de las demandas y consecuentemente la reducción de emisiones contaminantes. La reducción de este impacto por nuestra parte, a nivel empresarial, supone un mejor comportamiento de cara a nuestro entorno así como una mejora de la sostenibilidad de nuestro proceso productivo pudiendo mejorar sustancialmente la imagen de marca, de empresa así como de su RSC (Responsabilidad Social Corporativa).

    4.2 Ahorro económico

Ya citado anteriormente, la optimización del consumo de recursos repercute directamente en el ahorro económico. Un detallado estudio y un correcto control nos permitirá valorar qué inversiones y ahorros pretendemos conseguir con las mismas. A día de hoy, los costes para la instalación de sistemas de control son cada vez menores (obviamente, en función del tipo de consumo o proceso que se pretenda valorar) y las herramientas para su interpretación son cada vez más potentes y sencillas en su utilización. Todo esto repercutirá directamente en un ahorro económico del proceso o especia que desees controlar así como prever los costes asociados o ahorros en un periodo determinado de tiempo.

    4.3. Calidad de los espacios

La optimización de los recursos, aparte de reducir su consumo y reducir los costes asociados también permite diseñar y/o mejorar el uso y disponibilidad de dichos recursos con respecto a los usuarios. A su vez, esto puede provocar de forma directa una optimización y favorecer la disponibilidad de recursos que mejoren sustancialmente el grado de confort y comodidad por parte de los usuarios o trabajadores.