Aunque Gaener aplica la mayor cantidad de esfuerzos en materia de Ahorro y Eficiencia Energética en la división de Rehabilitación.También hemos realizado diferentes servicios y/o valoraciones dentro del sector agropecuario e industrial encaminada a mejorar la Eficiencia Energética para actividades tales como:
Durante toda la trayectoria de Gaener, hemos dedicado grandes esfuerzos a implementar servicios/sistemas de eficiencia energética y de sostenibilidad ambiental dentro de las actividades de asesoría y consultoría en los campos de actuación de Arquitectura e Ingeniería. El favorecer la eficiencia energética en el sector de la edificación, incide directamente con la correcta ejecución de servicios de mantenimiento preventivo y/o correctivo para subsanación de las patologías pre-existentes (estructura, envejecimiento, filtraciones, humedades, condensaciones, etc.).
Por ello, basándonos en fundamentos energéticos, medioambientales y económicos, pretendemos fomentar la rehabilitación integral y la eficiencia energética dentro del sector residencial e industrial.
Fruto de esto son las más de 500 referencias en España principalmente en Galicia aunque también servicios o colaboraciones ofrecidas en País Vasco, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid, en las que hemos asesorado para la ejecución de sistemas certificados que garanticen su funcionalidad, con la inclusión de materiales o soluciones innovadoras más respetuosas con nuestro entorno así como con una reducción considerable de la demanda energética.
Dentro de nuestras referencias, dicha disminución en la demanda energética incide directamente en el ahorro económico, colaborando directamente con una disminución anual de emisiones contaminantes mayor a 2.000,00 t de dióxido de carbono.
Además, para parte de las actuaciones de Eficiencia Energética ya ejecutadas o en proceso de ejecución, hemos gestionado y obtenido diversas fuentes de financiación y/o ayudas a fondo perdido:
A nivel normativo se define como el proceso por el que se verifica la conformidad de la calificación de eficiencia energética obtenida por el proyecto de ejecución y que conduce a la expedición del Certificado de Eficiencia Energética del proyecto.
Para ello, se podrá certificar con diferentes métodos (proceso general o simplificado) pero con los programas y complementos validados por el Organismo Competente.
Una vez realizado y calculadas las demandas energéticas, los consumos energéticos y las emisiones en dióxido de carbono emitidas, se obtendrá la correspondiente calificación energética.
La validez de un Certificado energético dependerá del agente emisor, de la metodología utilizada y de su registro tal y como se establece en la normativa aplicable, siendo su validez de 10 años salvo modificaciones en el edificio o sus instalaciones que invaliden el Certificado obtenido con anterioridad a estos cambios.
A nivel normativo, se considera como todo procedimiento sistemático destinado a obtener conocimientos adecuados del perfil de consumo de energía existente de un edificio o grupo de edificios, de una instalación u operación industrial o comercial, o de un servicio privado o público, así como para determinar y cuantificar las posibilidades de ahorro de energía.
En base a esto, se podría resumir como una inspección y medición de parámetros para posterior estudio y análisis de los flujos de energía. En función de la tipología de instalación, local, vehículo, etc. a valorar, una auditoría energética tiene el objetivo de medir y controlar la energía consumida, entre otros parámetros, para ver cómo monitorizar, optimizar y reducir dicho consumo. El control de parámetros que directamente no inciden a nivel de consumo energético (humedad, iluminación, etc.), podrán repercutir directamente en la optimización de los recursos energéticos a utilizar así como en el confort, salubridad y seguridad, por ejemplo en el interior de viviendas y/o edificios.
Los resultados obtenidos a partir de una auditoría energética deberían aportar datos suficientes para estudiar qué mejoras se pueden obtener con el control de los recursos disponibles así como qué posibles mejoras asociadas a inversiones podrían llevarse a cabo para obtener los ahorros previamente calculados.
La denominación de pasiva para una vivienda o edificio es la que caracteriza a la construcción por ser eficiente en el aprovechamiento de recursos naturales externos, gracias la utilización del bioclimatismo (que caracterizará a la vivienda o edificio de rasgos característicos en función de: ubicación, orientación, uso, etc. además de favorecer la utilización de prácticas y materiales sostenibles), que incidirán en la eficiencia energética de la misma. Además, la proyección y utilización de sistemas de mejora de la eficiencia energética asociados a instalaciones renovables para suplir la demanda eléctrica y térmica hacen que una vivienda pasiva tenga un consumo de recursos energéticos bajos, casi nulos e incluso, en casos concretos, nulos.
Existen Organismos, que ante la consecución de objetivos concretos de ahorro y eficiencia, certifican la vivienda o edificio con una clasificación concreta dentro de unos estándares establecidos.
En diferentes publicaciones del blog de Gaener, se ha ampliado información al respecto con lo que se puede consultar en los siguientes links:
Para mayor información, se puede consultar las publicaciones realizadas en julio del 2019, «REHABILITACIÓN ENERGÉTICA DE ENVOLVENTE; AISLAMIENTO TÉRMICO POR EL EXTERIOR», y septiembre del 2019, «SISTEMAS SATE (SISTEMAS DE AISLAMIENTO TÉRMICO POR EL EXTERIOR)». Además, desde Gaener ofrecemos nuestro servicio de asesoramiento para evaluar cualquiera de las necesidades de nuestros Clientes.
Antes de valorar los diferentes tipos de fachadas, recomendaríamos primeramente valorar los siguientes parámetros:
Consideramos estos aspectos como los principales para cumplir con las normativas legales exigibles (tanto en materia legal como técnica) y con los criterios técnicos necesarios para garantizar una correcta funcionalidad en el tiempo. Todo ello deberá adaptarse a los recursos económicos de los que se disponga que, en función de esto, podrá reducir el tipo de posibilidades a ejecutar.
Desde Gaener recomendamos la instalación de sistemas certificados con materiales de fabricantes acreditados e instalados por empresas homologadas. Todo ello, asegura una correcta ejecución, permitiendo así, cumplir con las exigencias para poder obtener las pertinentes garantías.
Para mayor información, se puede consultar las publicaciones realizadas en julio del 2019, «REHABILITACIÓN ENERGÉTICA DE ENVOLVENTE; AISLAMIENTO TÉRMICO POR EL EXTERIOR», y septiembre del 2019, «SISTEMAS SATE (SISTEMAS DE AISLAMIENTO TÉRMICO POR EL EXTERIOR)». Además, desde Gaener ofrecemos nuestro servicio de asesoramiento para evaluar cualquiera de las necesidades de nuestros Clientes.
Al igual que en el punto vinculado a las fachadas, antes de valorar los diferentes tipos de rehabilitaciones de cubiertas, recomendaríamos primeramente valorar los siguientes parámetros:
Consideramos estos aspectos como los principales para cumplir con las normativas legales exigibles (tanto en materia legal como técnica) y con los criterios técnicos necesarios para garantizar una correcta funcionalidad en el tiempo. Todo ello deberá adaptarse a los recursos económicos de los que se disponga que, en función de esto, podrá reducir el tipo de posibilidades a ejecutar. Además, en mayor grado que en el caso de fachadas, se deberá hacer especial hincapié con respecto al cálculo estructural.
Desde Gaener recomendamos la instalación de sistemas certificados con materiales de fabricantes acreditados e instalados por empresas homologadas. Todo ello, asegura una correcta ejecución y asegura el cumplimiento exigible de las pertinentes garantías.
Desde Gaener, consideramos y asesoramos que la valoración para posterior elección del tipo de ventanas a instalar será una elección que deberá basarse en criterios urbanísticos, criterios técnicos y criterios económicos.
Una vez el Cliente haya valorado los criterios económicos y estéticos, recomendamos hacer especial hincapié en la valoración de las prestacionales de cada uno de los materiales que compondrán la ventana. La valoración prestacional deberá contemplar, entre otros, aspectos tales como:
Por último, a nivel energético, se suele hacer mayor hincapié en las propiedades del marco en comparación con el vidrio, lo cual consideramos un sinsentido ya que por norma general el vidrio supone aproximadamente un 80% de la superficie del hueco. A nuestro juicio, la necesaria valoración prestacional del vidrio deberá contemplar (aparte de adaptarse a las necesidades concretas de la vivienda –localización, orientación, etc.-):
La normativa aplicable, Código Técnico de la Edificación en este caso concreto, exige una disminución de la demanda energética con respecto al edificio de referencia con lo que simplemente en ahorro energético sí se puede constatar y medir el ahorro económico vinculado a una rehabilitación energética de la envolvente.
Para calcular con cierto grado de detalle el nivel o porcentaje de ahorro así como el periodo de amortización de la actuación a llevar a cabo, se deberán valorar entre otros: qué actuaciones se pretenden ejecutar, qué posibilidades se adecuan a la envolvente existente, en qué grado de alcance se pretende actuar sobre la envolvente (fachadas, cubierta, ventanas, etc.), zona climática, instalaciones existentes, comportamientos de los residentes en materia de consumo de energía, etc.
Igualmente, se deberá tener en cuenta que todos los edificios requieren de un mantenimiento periódico con lo que, la actuación global mediante la instalación de un sistema certificado y garantizado, suele conllevar una disminución de actuaciones correctivas que por norma general no pueden garantizar la corrección en el tiempo ni mucho menos mejorar las condiciones de confort y habitabilidad a nivel interior. Este hecho se considera reseñable por Gaener para tener en cuenta ante una rehabilitación energética de la envolvente.
El término instalaciones es un término genérico que puede englobar instalaciones de diversa tipología como por ejemplo eléctricas, térmicas, etc.
A nivel general, podríamos decir que cualquier instalación puede mejorar su rendimiento si:
Para casos concretos, Gaener, recomienda el estudio y control de la mayor cantidad de parámetros que puedan afectar directa e indirectamente a una instalación ya que consideramos que sólo conociendo con detalle y exactitud se pueden tomar decisiones acertadas.
La normativa aplicable, Código Técnico de la Edificación en este caso concreto, exige una disminución de la demanda energética con respecto al edificio de referencia con lo que simplemente en ahorro energético sí se puede constatar y medir el ahorro económico vinculado a una rehabilitación energética de la envolvente.
Para calcular con cierto grado de detalle el nivel o porcentaje de ahorro así como el periodo de amortización de la actuación a llevar a cabo, se deberán valorar entre otros: qué actuaciones se pretenden ejecutar, qué posibilidades se adecuan a la envolvente existente, en qué grado de alcance se pretende actuar sobre la envolvente (fachadas, cubierta, ventanas, etc.), zona climática, instalaciones existentes, comportamientos de los residentes en materia de consumo de energía, etc.
Igualmente, se deberá tener en cuenta que todos los edificios requieren de un mantenimiento periódico con lo que, la actuación global mediante la instalación de un sistema certificado y garantizado, suele conllevar una disminución de actuaciones correctivas que por norma general no pueden garantizar la corrección en el tiempo ni mucho menos mejorar las condiciones de confort y habitabilidad a nivel interior. Este hecho se considera reseñable por Gaener para tener en cuenta ante una rehabilitación energética de la envolvente.
Los factores son múltiples a la hora de diseñar correctamente un sistema de calefacción ya que influyen parámetros tales como dimensionado, comportamiento o usos, zona climática, suministros/recursos disponibles, superficie, restricciones normativas, eficiencia de las instalaciones, capacidad de inversión y obra vinculada, etc.
Para realizar adecuadamente una valoración Gaener recomendaría el asesoramiento técnico con un agente especializado e independiente ya que de no ser así corremos el riesgo de que nos prescriban productos dentro de gama más reducida.
Otros factores que estimamos se deberían tener en cuenta, son la utilización de sistemas más eficientes y la inclusión de sistemas de generación de carácter renovable si bien no en todos los casos es factible. Véase por ejemplo una vivienda dentro de un bloque con restricciones urbanísticas situado en el centro de una ciudad; esta vivienda estará mucho más limitada para acometer cierto tipo de obras que puedan afectar directamente a zonas comunes o a la envolvente energética así como limitar el acceso al suministro de un combustible concreto.
A nivel normativo, se estandarizan y recomiendan unos niveles de iluminancia y uniformidad, unos índices de reproducción cromática, unas temperaturas de color, unos valores UGR y unos criterios energéticos de las instalaciones de iluminación.
Para un correcto diseño y dimensionado de una instalación de iluminación en el proyecto se deberán incluir simulaciones que valoren parámetros tales como flujo luminoso, eficacia luminosa, iluminancia, intensidad luminosa y luminancia.
Consideramos de vital importancia una correcta definición de los espacios así como de sus usos para poder así proyectar una solución adecuada a las necesidades requeridas. Igualmente, se considera de importancia, a la hora de escoger los diferentes componentes, poder valorar amplias gamas de productos y fabricantes prevaleciendo los fabricantes acreditados y certificados así como los componentes de mayor eficiencia para obtener una instalación fiable, duradera y eficiente.
Con respecto a esta cuestión se ha de valorar si existe o no la posibilidad de modernizar o sustituir el sistema por otro más moderno, eficiente y medioambientalmente más respetuoso. De ser así, se deberá valorar qué posibilidades nos ofrece el mercado contando con las limitaciones de nuestra vivienda/local si bien se recomendaría el asesoramiento técnico con un agente especializado e independiente ya que, de no hacerlo así, corremos el riesgo de que nos prescriban productos dentro de una gama más reducida.
En el caso de no plantearse la sustitución o renovación de equipos, dos serían los factores de mayor relevancia a tener en cuenta. El primero la disminución de la demanda y el segundo mediante la utilización de las instalaciones de calefacción mediante un correcto uso.
El primer factor valorado como importante por Gaener puede conllevar inversiones económicas tales como la eliminación de puentes térmicos (véase como ejemplo la instalación de un sistema SATE en la envolvente energética del edificio) pero también gestos significativos pero de menor relevancia a nivel económico (como por ejemplo un periódico mantenimiento de las ventanas).
Por supuesto, el comportamiento y uso de un sistema de calefacción se considera de vital importancia y se deberán valorar con qué tipos de sistemas contamos ya que no es lo mismo utilizar y controlar un sistema de calefacción que trabaje a alta temperatura que a baja temperatura. En cualquier caso, tanto el proveedor como un agente especializado o Asesor Técnico pueden asesorar acerca de los patrones a seguir en función del sistema de calefacción del que disponga.
Desde Gaener, tenemos la opinión que la monitorización, medición y análisis de nuestro consumo energético es un primer paso necesario para el control y posterior toma de decisiones; decisiones cuyo objetivo será el de reducir el consumo energético con su consecuente ahorro económico y su reducción en emisiones contaminantes. Estas medidas adoptadas que favorecen el consumo eficiente de energía, pueden llevarse a cabo sin llevar a cabo sustanciales inversiones e incluso sin ningún tipo de inversión con la simple modificación de usos y hábitos de utilización de las instalaciones.
En segundo lugar, puede ejecutarse un estudio más completo o una auditoría energética que valore más parámetros y que simule y cuantifique qué ahorros, que afectan al consumo de energía eléctrica entro otros recursos, se pueden conseguir en función de las mejoras a realizar.
