En la actualidad existen varias maneras de mejorar la eficiencia energética de edificios existentes. Se puede actuar en el edificio reduciendo la demanda, aumentando la eficiencia de las instalaciones o empleando sistemas de generación energética renovable.
Como medida pasiva que actúa reduciendo la demanda del edificio, se puede optar por la instalación de un sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) en la envolvente térmica que además de reducir el consumo energético, mejora el confort del interior de la vivienda a lo largo del año y reduce o elimina, a través de la mejora y/o eliminación de los puentes térmicos, la aparición de humedades de condensación en el interior y la consecuente aparición de colonias de hongos y moho en las zonas más frías de los paramentos.
1. La instalación de un sistema SATE
La instalación de un sistema SATE en la envolvente térmica de un edificio consiste en dotar al edificio de una capa exterior de aislamiento térmico dificultando el flujo de energía térmica entre el interior y el exterior; por ello, en invierno se consigue evitar las pérdidas de calor del interior al exterior y en verano lo hace de forma inversa, evitando la entrada de calor del exterior hacia el interior de la vivienda, manteniendo así temperaturas constantes en el interior del edificio; esto permite alcanzar ahorros de hasta un 35% en el consumo de energía para calefacción o refrigeración dotando a las viviendas de una inercia térmica.
Hay que tener en cuenta que la instalación de un sistema de aislamiento térmico por el exterior, conlleva la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera debido a la reducción de la demanda de energía para los sistemas de calefacción y refrigeración con lo que también se contribuye con la protección del medio ambiente.
A la hora de elegir la instalación de un SATE, y teniendo en cuenta que únicamente se está actuando en el cerramiento opaco del edificio, se puede optar entre varias formas de hacerlo que se distinguen entre ellas por la elección de los materiales con los que se va a llevar a cabo la rehabilitación energética del edificio (tanto en la elección del aislamiento térmico como en la elección de cómo se quiere afectar al aspecto estético del edificio y del entorno en que se encuentra ubicado).
Esta forma de proteger el edificio es válida tanto para edificios de obra de nueva planta como para edificios existentes.
En cualquier caso, además de cumplir con la normativa vigente exigible, es recomendable hacer un estudio en el que se evalúen las mejoras térmicas, acústicas y estéticas que van a afectar al edificio.
Existen dos grupos en los que pueden recogerse los sistemas SATE en lo referente a sus sistemas constructivos:
a.Revestimientos de fachada.
b.Fachadas ventiladas o trasventiladas.
Las principales ventajas a la hora de instalar un sistema SATE, ya sea con fachada ventilada o con un revestimiento de fachada son:
• Eliminación de las humedades por filtración que pudiesen existir antes de la rehabilitación.
• Protección de la fachada ante los agentes externos (lluvia, viento, etc.).
• Mejora del aspecto estético del edificio.
• Reducción de la demanda energética de calefacción/refrigeración del edificio lo que se traduce en la reducción del consumo energético.
• Reducción de las emisiones de CO2 a la atmosfera con lo que se colabora con la protección del medioambiente.
2.Revestimientos de fachada:
Este sistema consiste en la ejecución de un revestimiento por la cara exterior de los paramentos que definen la envolvente térmica del edificio en el que la librería de cerramientos de interior a exterior estará formada por placas de aislamiento térmico fijadas al paramento mecánicamente y con adhesivo, dotando al sistema de protección contra los cambios bruscos de temperatura. Posteriormente, se recubrirá el aislamiento térmico con una malla en toda la superficie para finalmente, aplicación del acabado con mortero acrílico como capa decorativa y protectora del sistema frente a las acciones meteorológicas. Este mortero contiene entre otros materiales, árido y elementos minerales.
Las principales ventajas del sistema radican en:
• Reducción de los puentes térmicos eliminando así el efecto de pared fría ayudando a reducir o eliminar las humedades de condensación en el interior de la vivienda.
• Impermeable al agua y permeable al vapor de agua.
• Reducción del consumo energético de hasta un 50% con el consiguiente ahorro económico del orden del 20% según ANFAPA (Asociación de Fabricantes de Morteros y SATE).
• Con este sistema puede ser posible la rehabilitación de fachadas catalogadas según los P.G.O.M. (Planes Generales de Ordenación Municipales).
En cuanto a las desventajas del sistema únicamente cabe enumerarlas comparando este sistema con el de fachada ventilada y, se resumen en:
• Menor durabilidad que la fachada ventilada.
3.Fachadas ventiladas o trasventiladas:
Se trata de un sistema de fachada que se sujeta a la fachada existente a través de una subestructura metálica al paramento original del edificio a rehabilitar.
El sistema conforma una nueva fachada no estanca por el exterior en la que cuenta con el aislamiento térmico y/o acústico, cámara de aire y el acabado final. Dentro de los acabados posibles, la fachada ventilada cuenta con numerosas alternativas pudiendo elegir en acabados de diferente composición, tipología y/o diseño tales como panel composite, granitos, cerámicas, paneles fenólicos, hormigón polímero, etc.
Las principales ventajas del sistema son:
• Eliminación de los puentes térmicos.
• Existencia de cámara de aire ventilada.
• Alta durabilidad del sistema.
• Polivalencia a la hora de rediseñar fachadas.
En cuanto a las principales desventajas en relación con el SATE mediante revestimiento de fachada son:
• Económicamente es más costoso.
• Mayor mantenimiento.
• No es posible la rehabilitación de edificios catalogados o que cuenten con protecciones en los P.G.O.M.
Desde Gaener, recomendamos que para la ejecución de un sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE), el sistema a instalar cuente con los sellos CE y el DITE (Documento de Idoneidad Técnica Europeo) correspondiente y que a la hora de rehabilitar el edifico se haga con contratistas que estén autorizados por los fabricantes (instaladores autorizados) para obtener las correspondientes garantías sobre el sistema (aportada por el fabricante) y sobre la ejecución (esta garantía para el caso de instaladores autorizados de cada fabricante, es compartida).